Otis devastó la selva de Acapulco: Se exterminó

PUBLICADO EN MILENIO DIARIO
https://www.milenio.com/estados/huracan-otis-devasto-selva-de-acapulco
“Antes del huracán todo estaba fresco, corría aire, estaba verde toda la vegetación, había animales, y con el huracán ya todo cambió. Se exterminó, para mí fue al cien por ciento, fue un cambio brutal”, expresó Marcelino Casarrubias Moctezuma, un elemento de la Policía Ecológica de Guerrero, desplegado en el área natural protegida.

En la serranía que abraza a la Bahía de Santa Lucía en el puerto de Acapulco, se ubica el Parque Nacional El Veladero, un área natural protegida de carácter federal, decretado así en 1980, por su valor ambiental y belleza escénica; son dos polígonos (fuertemente amenazados por los asentamientos humanos), que suman 3 mil 617 hectáreas de selvas bajas y bosque de encino, que resultaron gravemente dañadas por el poderoso ciclón de categoría 5.
“La fuerza del viento de este fenómeno, lo que hizo fue defoliar a los árboles, es decir, les quitó toda sus hojas, y fue quebrando las ramas de los mismos árboles. La fuerza del huracán hizo que el 90 por ciento de los árboles perdieran su follaje”, dijo Walter Gaytán, asesor técnico del Parque Nacional el Veladero, administrado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
La Conanp sostiene que si bien, el Parque Nacional resultó seriamente afectado, también actuó como una barrera natural, ya que su buen estado de conservación evitó que Otis avanzara tierra adentro, causando más destrucción.
“La cubierta forestal mitiga la velocidad del aire, o los vientos, entonces, si no tuviéramos vegetación aquí, se hubiese registrado erosión del suelo, provocando más deslaves en las zonas bajas, mayor inundaciones en las partes bajas”, destacó el técnico de la Conanp.
Los vientos sostenidos del huracán de hasta 320 kilómetros por hora, lograron arrancar de raíz, árboles de parota, de casi 50 metros de altura y diámetros de entre 15 y 20 metros.

“Aquí donde estamos parados, antes del huracán era una área llena de sombra, estas parotas te dan mucha sombra, entonces, todo el parque nacional estaba cubierto de vegetación, contamos con selva baja subcaducifolia, que esa vegetación permanece verde casi todo el año, casi no pierde la hoja y eso nos permite tener mayor humedad y mayor sombra, eso te mitiga el calor».
«Los pocos árboles que quedaron en pie, están sin follaje, obviamente el calor es mucho más fuerte”, explicó Walter Gaytán.»